Es el asesino más despiadado. El
que infunde más miedo. El asesino en serie es el que comete al
menos tres asesinatos, llevados a cabo en lugares y momentos
diferentes, con un periodo de enfriamiento entre ellos. Además de
estas características básicas, existen otras concretas que le diferencian de otros asesinos múltiples. Los
asesinos en masa e itinerantes pierden el control sobre el curso de
los acontecimientos una vez que inician su acción, sin embargo, el asesino en
serie es capaz de controlar la situación.
Clasificación
del asesino en serie
La clasificación más extendida es
la que realizó la Oficina Federal de Investigación de los Estados
Unidos (FBI), que divide a los asesinos en serie en tres tipos:
organizados, desorganizados y mixtos, según el grado de organización
en la escena del crimen.
Organizados:
Planifican sus crímenes, son metódicos. Cada asesinato es la materialización de una fantasía que han ido recreando durante mucho tiempo. Suelen ser psicópatas. La mayor parte de asesinos seriales pertenecen a este tipo y su número de víctimas es más elevado. Suelen tener antecedentes policiales y de violencia. Son competentes socialmente. Tienen una inteligencia media o superior y suelen vivir acompañados o incluso están casados.
Planifican sus crímenes, son metódicos. Cada asesinato es la materialización de una fantasía que han ido recreando durante mucho tiempo. Suelen ser psicópatas. La mayor parte de asesinos seriales pertenecen a este tipo y su número de víctimas es más elevado. Suelen tener antecedentes policiales y de violencia. Son competentes socialmente. Tienen una inteligencia media o superior y suelen vivir acompañados o incluso están casados.
Buscan información relacionada con
sus crímenes en los medios de comunicación y se mantienen
informados de la investigación. Pueden,
incluso, establecer comunicación con la policía, siempre con el
objetivo de demostrar su superioridad.
En cuanto a su relación con la
víctima. Están motivados por el control y el dominio. Utilizan alguna
estrategia para interactuar con la víctima para aproximarse a ella y
controlarla. La agresión es planeada. Eligen a sus víctimas
otorgándoles un significado especial. Con frecuencia la víctima es
desconocida. Pueden coger objetos pertenecientes a la víctima como trofeos. Mantienen el control sobre su comportamiento agresivo.
Suele aparecer
evidencia de tortura, violación y actos agresivos previos a la
muerte. El agresor organizado irá perfeccionando sus crímenes cada
vez más. Suelen elegir
también el arma del crimen.
Con el objetivo de ocultar
evidencias y despistar a los investigadores para no ser detenidos,
manipulan la escena del crimen, dejando pocos indicios, por ejemplo, intentan
ocultar el cadáver o recorren largas distancias para cometer los
crímenes.
Desorganizados:
Estos homicidas perpetran sus crímenes de forma impulsiva y totalmente improvisada. Suelen ser enfermos mentales, psicóticos que sufren delirios y actúan impulsados por éstos y por la gratificación sexual. Sus crímenes se caracterizan por su extrema violencia. Pueden mutilar o tener actividad sexual con los cadáveres. Suelen tener antecedentes policiales o psiquiátricos.
Estos homicidas perpetran sus crímenes de forma impulsiva y totalmente improvisada. Suelen ser enfermos mentales, psicóticos que sufren delirios y actúan impulsados por éstos y por la gratificación sexual. Sus crímenes se caracterizan por su extrema violencia. Pueden mutilar o tener actividad sexual con los cadáveres. Suelen tener antecedentes policiales o psiquiátricos.
Son impulsivos, poco inteligentes,
con baja autoestima. Presentan graves dificultades para establecer
relaciones sociales. Suelen ser
solteros, estar desempleados o realizar trabajos no cualificados. Suelen
vivir solos o con los padres.
Eligen a sus víctimas de
manera fortuita, cuando tienen la
oportunidad de atacar,
con lo que apenas interactúan con ellas. La víctima suele ser
conocida. El ataque es sorpresivo y brutal para controlar a la
víctima. Al no estar el crimen
planificado, también es habitual que utilice como arma cualquier
objeto que encuentre en el mismo lugar del crimen y
allí mismo lo suele dejar. Deja muchos indicios en la escena.
Ni siquiera trata de ocultar el cadáver. Es frecuente el suicidio
después de cometer el crimen. Cometen los delitos cerca de donde
viven. Dejan múltiples víctimas en poco tiempo.
Otras
clasificaciones
Holmes y DeBurger,
clasifican a los asesinos en serie en tres categorías:
Tipo visionario: coincide con
una personalidad psicótica que actúa debido a las alucinaciones. Es
del tipo desorganizado, por lo que su actuación es imprevisible,
espontánea y, generalmente, muy violenta.
Tipo misionero: Está
perfectamente integrado en la sociedad. Siente una necesidad de
destruir a un grupo, tipo o sector social de cualquier clase, guiado
por alguna razón de tipo personal. Toma la decisión de matar
conscientemente. Es organizado.
Tipo hedonista: busca la satisfacción personal, que puede ser sexual, emocional o física, u orientada al
poder y control.
Clasificación
según Kim Rossmo en función de sus movimientos geográficos.
Cazadores:
operan desde una base y se desplazan con el propósito de encontrar
un lugar y una víctima para perpetrar el crimen. Busca a sus
víctimas en los alrededores de donde vive.
Tramperos:
atraen con engaños a su víctima y le hacen caer en una trampa
urdida por ellos. Con esas artimañas, lleva a la víctima al lugar
donde la ataca.
Merodeadores:
acechan y siguen a su víctima hasta encontrar el momento apropiado
para atacar. Actúa en un área específica distinta de donde
vive.
Pescadores:
actúan contra su víctima aprovechando una oportunidad,
mientras se encuentran realizando otras actividades. Actúa en su
zona de actividad rutinaria.
Asesinas
en serie
Hay
autores que coinciden en que las asesinas en serie son más cuidadosas y precisas al cometer sus crímenes. En un
estudio llevado a cabo por Kelleher, en el que examinó 100
casos desde 1900, encontró una duración promedio de 8 años antes
de ser capturadas, el doble de los asesinos en serie hombres.
El porcentaje de asesinas en serie
es menor que el de hombres. Las mujeres que actúan solas son
frecuentemente maduras, cuidadosas, socialmente adaptadas y muy
organizadas. Suelen atacar a víctimas en su domicilio o lugar de
trabajo, y prefieren un arma concreta para cometer los asesinatos
como el veneno, la inyección mortal o la sofocación.
Las mujeres que actúan en compañía
tienden a ser más jóvenes, agresivas, a veces desorganizadas y,
generalmente, planean el ataque. Éstos ocurren en
localidades diversas y utilizando para ello, armas, cuchillos y la
tortura.
En la clasificación que propone
Kelleher, se destaca:
Viuda
negra:
son asesinas seriales que matan a personas cercanas, sobre todo a la pareja, motivadas por interés económico.
Ángeles
de la muerte:
asesina sistemáticamente a personas que están bajo su cuidado o que
reciben atención médica.
Predadoras
sexuales:
asesinan en claros actos sexuales.
Psicópatas:
el
crimen puede estar motivado por una ganancia económica, por celos o
venganza.
Motivos
del crimen en serie
Aparentemente el homicidio en serie
carece de móvil. Se han presentado diversas definiciones y
clasificaciones del asesinato en serie, algunas de ellas basadas en
el móvil. Para Bourgoin (1993), el asesino en serie actúa movido
exclusivamente por sus instintos sexuales, quedando fuera de la
definición terroristas, sicarios o genocidas. Esta perspectiva fue
en un principio sostenida por el FBI, pero luego se vio desfasada por
otras investigaciones que han
puesto de manifiesto
la complejidad de la mente del homicida serial y de
sus motivaciones para el crimen.
La mayor parte de asesinos en serie
son psicópatas. Se trata de personas que padecen el trastorno de
personalidad antisocial, recogido en el Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Desórdenes Mentales.
En su libro El psicópata, el
doctor en Psicología y criminólogo Vicente Garrido señala las
principales características de estos individuos que están
perfectamente integrados en la sociedad. Las particularidades de lo
que él califica como “un camaleón en la sociedad” son las
siguientes: locuacidad y encanto superficial; falta de remordimientos
o sentimientos de culpa; falta de empatía; son egocéntricos,
mentirosos y manipuladores; con emociones superficiales;
impulsividad; deficiente control de la conducta; tienen una necesidad de
excitación continuada; falta de responsabilidad; tienen problemas precoces
de conducta; presentan conducta antisocial adulta.
Teniendo en cuenta estas
características, se pueden intuir algunos motivos para estos
comportamientos. Si bien, en el crimen en serie intervienen factores
biológicos, psicológicos y sociales:
-
Factores biológicos:
predisposición a la
violencia.
-
Factores psicológicos y
sociales: experiencias
vitales, creencias distorsionadas y conflictos no resueltos que
dirigen su comportamiento.
Su impulso destructivo
parece estar basado en la necesidad de autoafirmarse.
Skrapec
realizó un estudio con varios asesinos en serie encarcelados para
saber los motivos que les impulsaron a cometer los asesinatos. En
resultado fue el siguiente:
Algunos
se justificaron: reconocieron que habían obrado mal pero
justificaban sus actos y, de hecho, acabaron culpando a la víctima y
considerándose ellos las verdaderas víctimas.
Otro
de los motivos que se descubrió fue la necesidad de poseer el poder
y el control como una fantasía recurrente: el acto de matar les
otorgaba una excitación que les daba una fuerte sensación de poder,
aunque era fugaz.
Por
último reconocían que el acto de matar les hacía sentirse vivos:
les producía gran placer. Después de esto, les sobrevenía un
estado de calma y sensación de alivio. Pero, según dijeron todos,
no lograban conservar estas sensaciones y para hacer frente a este
estado de intranquilidad, se refugiaban en el alcohol o en sus
fantasías, aunque al final, el único modo de encontrar la
tranquilidad era volver a matar.
Un
motivo puede solapar a
otro. Algunos asesinos en serie matan por la necesidad de satisfacer
sus impulsos sexuales, aunque el motivo primario no sea la
gratificación sexual, sino la sensación de control, poder, sentirse
vivos, su exacerbado hedonismo, etcétera. Otro motivo puede ser el lucro
económico o pueden actuar impulsados por alguna necesidad interior, la venganza o los celos, por ejemplo. Incluso algunos asesinos en
serie alegan que matan por curiosidad, por saber lo que se siente,
debido a la necesidad de excitación continuada y la búsqueda de
emociones nuevas, que caracterizan al psicópata. Otros justifican sus
actos por vanidad, por la búsqueda de fama.
Pocos
asesinos en serie dejan de matar voluntariamente. Su carrera criminal
suele terminar cuando son detenidos.
Fuentes y bibliografía:
Otín
del Castillo, José Mª; Psicología criminal. Técnicas aplicadas de
intervención e investigación policial. 1ª Ed. Valladolid. Lex
Nova. 2009.
Soria
Verde, Miguel Ángel et al.; Psicología Jurídica. Un enfoque
criminológico. 1ª Ed. Las Rozas (Madrid). Delta Publicaciones.
2006.
Psicópatas
y asesinos múltiples. Departamento de Psicología de la salud. 2007.
Universidad de Alicante.
Garrido
Genovés, Vicente; El psicópata. 8ª Ed. Algar Editorial. 2008.
Arango
S. M y Guerrero, A. Aproximación al perfil de la mujer asesina en
serie.